Lo que sucedió el pasado Martes en la Universidad Complutense de Madrid se resume en una palabra: "ASCO".
El acto fue convocado por los dos sindicatos zapateriles, y contó con el beneplácito del rector Berzosa, y de un fiscal nombrado por Franco en 1962, un tal Villarejo (jurando los Principios Fundamentales del Movimiento). Amén de la tropa de siempre: el club de la ceja.
Pues bien desde el principio al fin se escucharon todo tipo de improperios contra el Tribunal Supremo, y contra el Consejo del Poder Judicial. !Y que esta tropa de energúmenos vaya dando por ahí lecciones de democracia!.
Vayamos por partes. Que los sindicatos con la que está cayendo se preocupen más de estas cosas que de los más de 4,5 millones de parados existentes en España, los define muy bien. !Qué bien se está al cobijo de las subvenciones!. En cuanto a Berzosa, la Universidad está para otra cosa, claro que viendo esto se comprende el nivel educativo de nuestro país.
La pseudo izquierda está que rabia, llevamos ya unos cuantos años en los que se están derribando todos los consensos alcanzados durante nuestra Transición. Ellos son los responsables del cainismo y del odio visceral que ha aflorado en parte de nuestra sociedad. Ellos son los responsables de este enfrentamiento entre españoles. ¿Hasta cuanto seguiremos aguantando?.
Este respaldo a Garzón, lo eché de menos cuando el caso Sogecable y la defenestración del juez de la Audiencia Nacional Gómez de Liaño, o cuando se humilló al juez Marino Barbero por llevar el caso Filesa. !Que doble moral!, ¿verdad?. Por cierto, el por entonces Fiscal Anticorrupción Villarejo (vaya coincidencia), no hizo nada por atacar la corrupción socialista, ¿agradecimiento quizás?.
Si el sr Garzón ha prevadicado, que cumpla su pena, la Ley debe ser igual para todos los españoles, ya sean poderosos o pobres, famosos o no. No caben discriminaciones por rango o posición social.
Por un momento parecía que habíamos retrocedido setenta años entre la caspa guerracivilista, la simbología rancia de la extrema izquierda, las banderas republicanas, las consignas del “¡¡No pasarán!!”.
ResponderEliminarSólo faltaba la Pasionaria, reditar las chekas y darle el “paseillo” a los jueces del Supremo, a todos los que reclamamos el imperio de la Ley, la legalidad y el Estado de Derecho.