Llegó el Viernes 27, tanto esperar, tantas esperanzas puestas, y al final parió un ratón, y encima sin cabeza. Y es que lo de este gobierno por muchas vueltas que le des no tiene nombre. Ya me da que pensar que ponen en los cargos a los mas inútiles del panorama socialista. Y es que la cosa no da para mucho mas. Las ideas se las habrán dejado en casa, y eso que ahora con el Sitel lo tienen a huevo para importar nuevas recetas (si es que encima de malos son tontos).
Bueno a lo que íbamos, cuentan las "malas lenguas" que el Jueves se estuvo trabajando hasta altas horas de la noche para complementar el panfleto de la llamada "economía sostenible", y eso que ya llevaban 6 meses trabajando sobre ello (ja y encima tenemos que tragarnoslo).
Total que el documento parido no es sino el resumen de varios conejos sacados de la chistera del ilustre ZP refundido con algunas novedades.
En un país con el paro, el déficit y la deuda insostenible, este gobierno en vez de realizar las reformas necesarias como en la gran parte de las economías, se dedica a distraer al personal con palabros vacíos de contenido (y sino acordarse de la Alianza de las Civilizaciones). Todo ello sin el conseso de los diferentes agentes sociales, incluidos partidos políticos y autonomías. La Ley de Economía Sostenible, según dice el Gobierno, quiere cambiar el modelo productivo —basado hasta ahora en el ladrillo y el turismo— y lo quiere hacer tras cinco años en que el Gobierno se ha subido a la burbuja del ladrillo y tras dos años de, una vez que veía como explotaba, ahondar en una de las peores crisis de los últimos tiempos. También la ley sale tras el mostrado fracaso del PlanE. Pero querer cambiar el modelo productivo, a no ser que se cree una economía planificada, es como querer cambiar el tiempo: algo imposible.
Bueno aquí por lo visto se trata de sostener a los amiguetes, a los de la "brunete" mediática colmándoles de concesiones, a los de la ceja llenándoles de subvenciones (aunque Bruselas ponga objeciones), y es que estamos en un país de estómagos agradecidos, y de gente que vive del presuspuesto y del cuento. Eso es lo que habría que eliminar.
Aquí lo que ya no es sostenible por ningún lado es este desgobierno, lleno de ideas absurdas y costantes contradicciones. Los españoles nos merecemos un gobierno mejor. España se merece otro gobierno.
Lo peor, Marcos, es que ya a nadie pilla de sorpresa encontrarnos con "regalitos" como éste.
ResponderEliminarEs tan triste que las decisiones políticas del gobierno central se centren en favorecer a los de la misma cuerda y que estos asientan complacidos a un encadenamiento ruín del resto de la sociedad...que ninguna decisión trascendental para nuestro país cuente con el apoyo de todos los grupos (al menos de las grandes fuerzas) y que las leyes se aprueben con minorías y a cambio de prevendas, lease blindaje vasco, ley del aborto, presupuestos del estado...
Y que nadie se engañe, esto no es problema de la oposición, que se opone frontalmente al gobierno. El problema es de un gobierno que no ansía más que la poltrona y el enriquecimiento propio y de los del entorno, vamos, prevaricación en toda regla. Porque como bien digo, hace ya demasiado tiempo que todas las decisiones se toman con los votos justos y esto, en un estado de derecho, no es más que una gran falacia.
Dónde quieren llevarnos estos del psoe, con quién nos quieren llevar y es más, cómo hay gente que les defiende?
No me cabe en la cabeza que exista tanta maldad y tan poca consideración con el prógimo...no sé que criterios tienen los votantes socialistas, pero si siguen apoyando medidas disgregadoras y bombas de humo, España se va al garete
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